
En Suarez Trophy priorizamos la salud bucal del paciente. En este sentido, sabemos que el sangrado de encías es un problema común que afecta a muchas personas y no queremos dejar de informar al respecto, así como sobre sus soluciones, para prevenir problemas subyacentes.
La principal causa del sangrado de las encías es la acumulación de placa en los dientes y las encías, como resultado malos hábitos de higiene dental. Esta acumulación provoca inflamación en las encías, lo que puede provocar sangrado.
En tanto, existen enfermedades periodontales infecciosas como la gingivitis y la periodontitis que afectan a las encías y los tejidos que sostienen los dientes. Esto también puede causar inflamación, enrojecimiento, sensibilidad y sangrado.
Factores como el estrés, el nivel de hidratación y la alimentación, en especial la deficiencia de ciertas vitaminas en la dieta como las vitaminas C y K, pueden llevar a un debilitamiento de las encías y a su posterior sagrado. Al mismo tiempo, el alto consumo de alimentos con azúcares y hábitos como el cigarrillo pueden contribuir a aumentar el riesgo de enfermedad de las encías.
Por último, existen situaciones puntuales que afectan la salud de las encías.
Las mujeres embarazadas, por ejemplo, pueden experimentar cambios hormonales que aumentan la sensibilidad de las encías y pueden provocar sangrado.
El uso de medicamentos anticoagulantes puede interferir con el proceso de coagulación de la sangre y hacer que las encías sangren con mayor facilidad.
Cómo prevenir el sangrado de encías:
Visitas al dentista: El primer paso fundamental para prevenir y atacar el sangrado de las encías es agendar visitas regulares al dentista. Consultar con un profesional es importante para examinar el estado de las encías y buscar signos signos de enrojecimiento, inflamación o sangrado.
Una vez detectados los signos de sangrado de encías u otros problemas de salud bucal, se recomendará el tratamiento adecuado, que puede ir desde una limpieza profesional periodontal para eliminar la placa y el sarro acumulados hasta tratamientos más específicos dirigidos a enfermedades periodontales.
Higiene bucal diaria: El cepillado diario es otra de las claves. Un especialista proporcionará consejos sobre una higiene bucal adecuada, técnicas de cepillado y el uso correcto del hilo dental.
Por lo general se recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y complementar con uso diario del hilo dental para eliminar los restos de comida y la placa bacteriana entre los dientes.
En ocasiones, es recomendable complementar el cepillado y el uso del hilo dental con un enjuague bucal indicado por un dentista. Los enjuagues antimicrobianos complementan perfectamente la limpieza y ayudan a reducir las bacterias causantes de enfermedades de las encías. No olvides que cada paciente recibe un diagnóstico diferente y siempre se deben seguir las indicaciones del profesional.
Alimentación equilibrada: Una alimentación sana y nutritiva cumple un rol esencial en la salud bucal. Consumir alimentos ricos en vitamina C (como cítricos y tomate) y vitamina K (por ejemplo, verduras de hojas verdes) puede fortalecer las encías y prevenir el sangrado. Al mismo tiempo, se recomienda el consumo de alimentos y bebidas azucaradas, ya que promueven el crecimiento de bacterias dañinas para las encías.
Eliminar el consumo de tabaco: Fumar debilita el sistema inmunológico y reduce la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, lo que aumenta el riesgo de enfermedades periodontales. Además, el humo del tabaco irrita las encías y reduce el flujo sanguíneo, dificultando la cicatrización de las heridas en la boca. Dejar de fumar es esencial para mantener unas encías saludables y prevenir el sangrado, la inflamación y el deterioro de los tejidos.
Hidratarse adecuadamente: La hidratación adecuada es fundamental para la salud bucal en general y para el bienestar de las encías en particular. El agua ayuda a mantener un equilibrio saludable en la boca, contribuyendo a la producción de saliva, que a su vez ayuda a proteger las encías y los dientes de las bacterias dañinas. La saliva también ayuda a eliminar los restos de comida y la placa bacteriana, evitando la acumulación en las encías.
Reducir el estrés: El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud en general, incluyendo la salud de las encías, ya que debilita el sistema inmunológico y aumenta la susceptibilidad a las infecciones. Esto puede aumentar el riesgo de enfermedades periodontales y empeorar los síntomas existentes. La adopción de técnicas de manejo del estrés, como la práctica regular de ejercicio, la meditación, la respiración profunda o la búsqueda de actividades relajantes, puede ayudar a reducir el estrés y proteger la salud de las encías.
Cuida de tus encías con estos tips y disfruta de una sonrisa radiante y libre de preocupaciones.